domingo, 25 de agosto de 2013

Era una niña y molestaba igual que una riña

Sangre, fluidos, personas sucias y mal vestidas, gritos en idiomas de inmigrantes...
Todo apuntaba a una reyerta. Apareció la Policía y se encontró con algo mucho peor que una reyerta: el escenario de un parto inmigrante.
Era el feliz alumbrado público de una nueva ciudadana venida a España con un brazo bajo el pan.
Una niña de madre rumana que emergió de la penumbra en medio de la calle, no sabemos si porque fue rechazada en algún hospital por causa de la xenofobia rampante o porque a la madre le gustaba parir en la acera.



Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2013/08/23/madrid/1377276550.html


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